Déjame que te cuente el mundo que mis ojos ven!!!!
Echa tu cuerpo hacia atrás sutilmente para que no pierdas el
equilibrio. Si él y tú son fuertes y ágiles, esta sensual y placentera posición
les será fácil. Él aguantará sin problema tu peso sobre su cadera y vientre, y
tú podrás moverte naturalmente.
Tu hombre debe tomarte de la cintura y atraer tu cuerpo hacia
el suyo, llevando el ritmo y controlando la intensidad de la penetración.
Comiencen el coito con un ritmo lento y suave.
Ya que durante la penetración, esta postura impide el
contacto de sus bocas, la estimulación previa debe ser intensa y deben usar dos
ingredientes sumamente excitantes: miradas seductoras y palabras perversas, y
ambos quedarán realmente extasiados.
Aquí
en el Campo , dormir en una cama, realmente da mucho calor,
si no tienes aire acondicionado y muchas personas poseen una hamaca en
casa, para cuando la tarde está muy calurosa, y así poder descansar.
Conversando con un amigo, recordé mis
experiencias vividas de que podemos usarla de manera muy creativa,
este instrumento de la hamaca, y sobre todo,
poder experimentar y gozar de momentos muy especiales con la
pareja……….
Por lo que decidí escribir este artículo:
Tengo la hamaca, el sitio adecuado
para ella, y acabo de encontrar un buen motivo para buscarla, desempolvarla y
colgarla en mi terraza…..Jajaja (aunque me falte el candidato)
Una vez hecho todo esto, seguiré las
enseñanzas del autor venezolano Carlos Torrealba, que dice que hay más de 60
formas de hacerlo en un “chinchorro” (hamaca).
Torrealba, doctor en Filosofía, en
Ciencias Políticas y Sociales, magister en arte militar y poseedor de otros
tantos títulos, decidió un día ocuparse de las “verdaderas raíces del ser
humano”, leo en BBC Mundo.
“La sexualidad es el primer lenguaje,
es el tacto y la piel. Si no nos comprendemos a nosotros mismos desde ese
punto, todos los esfuerzo serán en vano”, dice.
Y el escenario para poner en práctica
sus estudios es este trocito de tela: “El chinchorro es la cuna para el
latinoamericano. Es su sala de parto, su cuna, donde hacemos el amor, es la
mortaja.
Es un elemento fundamental, aunque no
lo veamos”.
Así nació el “Chinchorro-Sutra”, una
especie de manual teórico y práctico sobre el amor y su expresión en el acto
sexual, al ritmo del balanceo suave y constante de una hamaca.
“El chinchorro tiene un mundo de
posibilidades. Te puedes agarrar de cualquier parte, con los pies y con las
manos. Y es anatómico: da igual si eres gordo, flaco o estás bien dotado. la Hamaca es Mágica…. jajaja
A través de la observación, y la
experiencia propia, ha recopilado más de
60 posiciones y recomendaciones sobre cómo colgar el chinchorro para lograr los
mejores resultados.
Y a todas les ha puesto nombre: el
“perrito sabanero”, “el tractor”, “el herrero”, “la ribereña” “el alcabarán…
Al final, sentencia que para esto
también el tamaño importa: “El tamaño del amor, del deseo, de la imaginación…”
si!
Sin excusas
-Pues nada, a comprarse una hamaca! Jajaja
Una sensación única que recuerda la
oferta de uno a ir y venir de las hamacas de la infancia
Tu amante se sienta, inclina un poco la espalda hacia atrás y
dobla las rodillas como si fuera manejando un coche. Tú, de pie frente a él,
con las piernas abiertas, resbálate sobre su cuerpo.
Deja que él con sus manos te acomode entre su tórax y muslos,
y con su pene erecto te penetre hasta sentirlo profundamente dentro de ti.
Levanta tus piernas y colócalas sobre sus hombros, mientras él te sujeta de la
cintura.


Tanto tú como él sentirán en su interior cómo la pulsación y
el ardor del sexo del otro van incrementando gradualmente la excitación, hasta
llegar a enérgicas penetraciones en las que tu clítoris se deleitará con los
impactos contra su cuerpo.
Al mismo tiempo que él roza tus senos, pellizca tus pezones y
toca tu clítoris, tú atrapas su cabeza entre tus piernas entrelazadas,
acaricias su pecho, sus bíceps y sus muslos, pones un dedo en su boca y juegas
con su lengua.

Keirys O'connor
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