EL CHISMOSO
La Biblia da cuatro características del
chismoso 1) falsedad, 2)
maldad, 3) voracidad, 4) vaciedad. El que se
ocupa del chisme aparenta amistad. Pero en el fondo no es más que un
falso. En Proverbios
11:13 Salomón dice: “El
que anda en chismes descubre el secreto. Mas el de espíritu fiel
lo guarda todo“. Note el lector el contraste que este verso
establece entre el fiel y el que descubre.
chismoso 1) falsedad, 2)
maldad, 3) voracidad, 4) vaciedad. El que se
ocupa del chisme aparenta amistad. Pero en el fondo no es más que un
falso. En Proverbios
11:13 Salomón dice: “El
que anda en chismes descubre el secreto. Mas el de espíritu fiel
lo guarda todo“. Note el lector el contraste que este verso
establece entre el fiel y el que descubre.
El que anda en chisme traiciona la confianza descubre lo que de otra manera se mantendría discreto y está deseoso y muy presto a soltar gratuito las amarras de su
venenosa lengua.
venenosa lengua.
Su festín más delicioso está en el bembeteo. No se mide para agredir y perjudicar la víctima de su hablilla. El hablador es falso e infiel. Añadida a esta fea imagen, falsedad, la Biblia adjudica una segunda característica al chismoso. Es la maldad.
Dice la Escritura: “El que cubre la falta busca amistad, mas el que la
divulga aparta al amigo“ (Prov.17:9). La separación intencional de amistades es una
maldad.
divulga aparta al amigo“ (Prov.17:9). La separación intencional de amistades es una
maldad.
Un chisme de por medio ha roto amistades de muchos años. El que usa mal su lengua, aquel que retuerce alevosamente los hechos y coquetea con palabras suaves, es un agente del mal.
Es un conocedor del maléfico poder del chisme, el cual usa para apartar a las
gentes. Su método es capitalizar en las faltas, sean supuestas o reales, y su motivo es la envidia, la intriga y la perfidia. Con el chisme se enlodan caracteres, se destruyen familias y se dividen congregaciones. El que se presta al chisme sirve a los intereses del infierno y a los planes aviesos del rey de las tinieblas mismo.
gentes. Su método es capitalizar en las faltas, sean supuestas o reales, y su motivo es la envidia, la intriga y la perfidia. Con el chisme se enlodan caracteres, se destruyen familias y se dividen congregaciones. El que se presta al chisme sirve a los intereses del infierno y a los planes aviesos del rey de las tinieblas mismo.
La tercera característica con que la Biblia destaca al chismoso es la voracidad. Dice la Escritura: “He aquí un pequeño fuego, ¡cuán grande bosque enciende y la lengua es un fuego, un mundo de maldad.
”(Sant. 3:5,6) Si la carne energiza la lengua
su voracidad se deja ver pronto, él incendió voraz se hace
manifiesto. ¡Qué distinta la lengua puesta al servicio del
Espíritu Santo! ¡Cuánta edificación, cuánta unión, cuánta
inspiración promueve entre los mortales! La
última característica con que la Biblia destaca al chismoso es la vaciedad. El que
anda en chismes es como una nube sin agua, una cisterna seca o una nuez
vacía. Santiago dice: “Si alguno entre vosotros se cree religioso y no refrena
su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es
vana” (Sant. 1:26). Esta declaración de
Santiago es una amonestación terminal. Debe hacer pensar y debe poner a temblar
a cualquiera que se dé el lujo de usar
su lengua con descuido. Debe ser una invitación para que
uno re-examine la relación que dice tener con Dios, no sea que esté edificando
su casa espiritual sobre un fundamento falso. La única forma en que usted
y yo como individuos podemos mantenernos a flote y por encima de este vicio, la
única forma como podemos lidiarlo con propiedad cuando toque a nuestras puertas,
es llenándonos de Dios. Hagamos el propósito de acercarnos más y
más a Dios. Profundicemos nuestro cocimiento de El por medio de la
lectura y meditación de su santa Palabra. Bañemos continuamente
nuestras mentes en las aguas de la oración. Presentemos a Dios por
el Espíritu Santo, nuestros cuerpos y miembros como sacrificio
vivo. Dejémonos llenar del Espíritu de gracia, de bondad, de fe, de
mansedumbre, de paz, de templanza, de gozo y de amor. Así sólo y
sólo así estaremos en condiciones de vencer esta tendencia cuando apareciere en
nosotros mismos, y así sólo y sólo así podremos “silenciar” radicalmente y
“aislar” eficazmente a los que con sus hablillas dañosas envenenan a sus
prójimos¨
su voracidad se deja ver pronto, él incendió voraz se hace
manifiesto. ¡Qué distinta la lengua puesta al servicio del
Espíritu Santo! ¡Cuánta edificación, cuánta unión, cuánta
inspiración promueve entre los mortales! La
última característica con que la Biblia destaca al chismoso es la vaciedad. El que
anda en chismes es como una nube sin agua, una cisterna seca o una nuez
vacía. Santiago dice: “Si alguno entre vosotros se cree religioso y no refrena
su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es
vana” (Sant. 1:26). Esta declaración de
Santiago es una amonestación terminal. Debe hacer pensar y debe poner a temblar
a cualquiera que se dé el lujo de usar
su lengua con descuido. Debe ser una invitación para que
uno re-examine la relación que dice tener con Dios, no sea que esté edificando
su casa espiritual sobre un fundamento falso. La única forma en que usted
y yo como individuos podemos mantenernos a flote y por encima de este vicio, la
única forma como podemos lidiarlo con propiedad cuando toque a nuestras puertas,
es llenándonos de Dios. Hagamos el propósito de acercarnos más y
más a Dios. Profundicemos nuestro cocimiento de El por medio de la
lectura y meditación de su santa Palabra. Bañemos continuamente
nuestras mentes en las aguas de la oración. Presentemos a Dios por
el Espíritu Santo, nuestros cuerpos y miembros como sacrificio
vivo. Dejémonos llenar del Espíritu de gracia, de bondad, de fe, de
mansedumbre, de paz, de templanza, de gozo y de amor. Así sólo y
sólo así estaremos en condiciones de vencer esta tendencia cuando apareciere en
nosotros mismos, y así sólo y sólo así podremos “silenciar” radicalmente y
“aislar” eficazmente a los que con sus hablillas dañosas envenenan a sus
prójimos¨
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